Por Fabian Muñoz
Si bien ya está clasificado a los octavos de final, Bolívar se jugaba un partido muy duro frente a Palmeiras en Brasil. El gran objetivo de los comandados por Beñat San José era llevarse los tres puntos y quedar en el primer lugar del Grupo C de la Copa Libertadores, con la posibilidad de definir de local.
Sin embargo, se vio un equipo desdibujado desde el comienzo del partido, ya que los dirigidos por Abel Ferreira los metieron en campo propio y no los dejaron avanzar. Tal es así que a los 24 minutos, gracias a la presión alta de los brasileños, le robaron la pelota a la defensa y Rony definió para poner el 1-0, venciendo a Carlos Lampe.
Como si fuera poco, no levantaron el pie del acelerador y apenas 10 minutos mas tarde, luego de un muy buen centro al área celeste, Artur se anticipó y metió el 2-0. Ya en el segundo tiempo, Joaquín Piquerez, a los 76, remató cruzado para anotar el 3-0. Mientras que a los 85, nuevamente el atacante que remató de cabeza, se escapó y selló el 4-0 final.
Los hinchas de Bolívar se hicieron escuchar y si bien ya estaban clasificados a los octavos de final, era la prueba de fuego para medirse con un rival de la grandeza de los que podrían cruzarse en la fase eliminatoria. Los seguidores celestes se conformaron con estar en la siguiente ronda y pidieron refuerzos vía redes sociales.
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