Por Fabian Muñoz

Ayer por la noche, luego del polémico empate entre Bolívar y Royal Pari en el que hubo de todo menos goles, Blooming derrotó a uno de los candidatos a quedarse con el torneo y puso en evidencia al equipo más caro de la liga boliviana.
Las situaciones sorpresivas existen y ayer sucedió una de ellas. Nacional Potosí, tercero en la tabla y a tan solo un punto de The Strongest, llegaba a la fecha 19 con la ilusión de alcanzar, a menos momentáneamente, la punta. Enfrente tenía a un rival accesible en los papeles, ya que Blooming, con un total de quince unidades, se encontraba último en la tabla.
Sin embargo el destino le tenía una sorpresa guardada a los dirigidos por Flavio Robatto. A los 67 minutos, Cuéllar Ortiz derribaba al ingresado en el segundo tiempo, Samuel Garzón y el árbitro cobró la pena máxima que Gastón Rodríguez Maeso, sin mirar al arquero, transformaría en gol. Nada más sucedió en el partido y así Nacional Potosí perdió una chance insuperable frente al último de la tabla.
Bolívar, que osa tener el plantel más caro del fútbol boliviano no pudo con Royal Pari, mientras que Blooming, uno de los planteles más humildes, derrotó a uno de los candidatos. Una de las razones que demuestran que en el fútbol no siempre el que tiene la mejor billetera es el que saca los mejores resultados.
El equipo presidido por el multimillonario Marcelo Claure cuenta con un plantel que está valuado en 12.47 millones de euros, mientras que Blooming, el humilde club de Santa Cruz de la Sierra, cuenta con una lista de jugadores que llega a la suma de 8.38 millones. Una gran diferencia entre ambas instituciones que no se refleja dentro del campo de juego.

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