La tranquilidad de Biaggio y el enojo de Diniz que disfruta The Strongest

Las cosas no venían bien en el ámbito internacional para el Tigre. Si bien ganó de forma contundente ante River, se le cuestionó mucho los partidos donde jugó fuera de La Paz. Es que los clubes bolivianos tienen la altura del país como un factor importantísimo para llevar sus partidos adelante. En los dos partidos que tuvo que salir, ante Sporting Cristal en Perú y ante Fluminense en Brasil, los perdió a ambos.

De esta forma, el conjunto atigrado tiene la ciudad de La Paz como su zona de confort y todos saben que es muy difícil ganarle de visitante. En esta oportunidad, los de Biaggio empezaron a dominar el partido ante el Flu, pero la visita aguantaba como podía y tenía una defensa firme. Aunque el gol llegó apenas comenzado el partido.

Se juntaron los extranjeros, en un córner ejecutado por Michael Ortega donde todos fueron a atacar el área chica y apareció el goleador Enrique Triverio para ir al primer palo fuera de ese lugar. De esta forma ensayó una media bolea para poner el primer gol de la noche en el Siles. Aunque la gran actuación del arquero Fabio le impedía extender la diferencia en el marcador al conjunto atigrado. A eso se le sumaba la baja en el segundo tiempo.

Uno de los jugadores que había convertido un gol ante Vaca Díez volvía a la titularidad. Se trata de Jeyson Chura, justamente el delantero que venía de una larga lesión. Aunque se loe veía bastante bien, el futbolista sacó un remate apenas comenzado el complemento y no exigió mucho arquero. Este remate le generó otra molestia y tuvo que abandonar otra vez el campo de juego y en su lugar entró Jaime Arrascaita. Aun así, el segundo tiempo de The Strongest fue una orquesta para que el equipo de Brasil soporte la locura del entrenador.

¿Qué hizo?

El entrenador Fernando Diniz agotó los cambios en el complemento pero no le pudo patear el arco en todo el partido. Esto generó bronca en el entrenador y lo mostró en sus gestos exagerados mientras que Biaggio solo aplaudió a los suyos por el gran partido que estaban haciendo.