La Liga Boliviana, la trituradora de directores técnicos

La Liga Tigo es una de las más competitivas de Sudamérica. Si bien no parece mucho a nivel internacional, los partidos disputados en Bolivia tienen mucha intensidad y los resultados pueden ser muy cambiantes. Sin ir más lejos, equipos como Always Ready tuvo la posibilidad de jugar la Copa Libertadores en 2022 y se quedó en las puertas de entrar en 2023, ahora se encuentra muy mal en la tabla de posiciones de la liga local. 

En el caso de otros equipos, los casos como los grandes de La Paz, tanto The Strongest como Bolívar, sostienen mucha irregularidad entre los partidos del torneo local y de Copa Libertadores. Los celestes están bien en el ámbito internacional y parece que le es más difícil el torneo local. Por el lado del Tigre, está invicto en torneos domésticos, entre Liga Tigo y Copa Tigo no perdió un solo partido. Por el lado de la Copa Libertadores, perdió dos de los tres partidos disputados, habiendo ganado uno solo ante River.

Esto muestra una clara irregularidad en los equipos pero que lo padecen todos. En ese caso, todos sufren por los mismos motivos y muchas veces lo suelen afectar desde lo deportivo. Aun así, las consecuencias siempre terminan siendo las mismas. Al no poder mejorar a un grupo numeroso de jugadores, el que termina desistiendo por que quiere o por que lo despiden, es el director técnico del equipo.

En la liga se ha hecho muy común en los últimos tiempos las contrataciones que parecieran temporales. Directamente no llegan a los seis meses de haber asumido que eligen no continuar con el proceso. Uno de los casos más recientes es el de Claudio Pampa Biaggio. Asumió seis meses en The Strongest, salió campeón, fue a dirigir a Always Ready, renunció y volvió al Tigre de La Paz. Insólito. 

¿Qué ocurre con los entrenadores? 

Los procesos en la Liga Tigo suelen respetarse muy pocos. Tal es así que el número de los entrenadores en los últimos años es aterrador. Son más de 300 directores técnicos que pasaron en los últimos 12 por la liga y fueron quedando en el camino, muchas veces sin terminar su contrato.