Los antecedentes de Cristian Diaz, el técnico que quiere volver a hacer historia con Jorge Wilstermann

Cristian Leonel Díaz sabe lo que es estar en el banco de suplentes del Jorge Wilstermann. Esa sensación no le es nada desconocida, ya que estuvo en el mismo lugar hace unos años atrás y vivió una de sus mejores experiencias como director técnico. Pero ni su carrera comenzó allí y, probablemente, cuando era jugador, tampoco pensaba que iba a hacer una carrera en Bolivia.

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El argentino tiene 47 años y sabe lo que es disputar cosas importantes. Como jugador ganó una Copa Sudamericana con Independiente de Argentina. Sobre el final de su carrera como jugador repitió el mismo torneo y la Copa Suruga Bank con Arsenal, también de Argentina. No sabía que años después, con Jorge Wilstermann haría historia en la Copa Libertadores de América.

La primera experiencia como entrenador, Cristian Díaz la tuvo en Independiente. Fue en marzo del 2012 y nada menos que contra Boca Juniors. El resultado fue histórico: 5 a 4 a favor de Independiente y de esa manera Boca perdía un invicto de 33 partidos sin perder. Sin embargo y a pesar de varios logros y promover algunos juveniles, a principios del 2013 se marchó a Chile a dirigir Deportes Iquique al que clasificó por primera vez a la Copa Libertadores.

Una vez que dejó Deportes Iquique, Cristian Díaz se dedicó a sumar experiencia en diferentes países. Pasó por Universidad San Martín de Perú, volvió a Argentina para dirigir Olimpo de Bahía Blanca y Quilmes, pero no le fue bien. Lejos de rendirse, tomó sus valijas y se fue a El Salvador para dirigir Santa Tecla y salió campeón, lo que repitió un año después con Jorge Wilstermann en Bolivia. El resto es historia conocida.

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Cristian Díaz, el jugador

La trayectoria de Cristian Díaz como jugador no fue solamente en Independiente y Arsenal. También estuvo cinco años en Europa. En el fútbol italiano jugó en Udinese, mientras que en el español fue parte del Mallorca, Almería, Murcia y del Levante. Si bien, nunca fue considerado un lateral con mucha llegada al arco rival, sí se lo consideraba muy sacrificado. Incluso se las arregló para convertir siete goles en su carrera futbolística