Por Fabian Muñoz
Culimina el año 2023 para el fútbol boliviano y junto a él algunos aspectos quedan reflejados y que tienen que ver con el presente del deporte en el país. Con la necesidad de llevar a cabo una temporada más limpia en 2024, en la cual también la presencia de equipos bolivianos en competencias internacionales sea más fuerte, ciertos temas se escapan por debajo de la mesa y uno de ellos tiene que ver con la escasez de goleadores bolivianos, un problema que se ve reflejado en la selección nacional.
Con la liga finalizada y obtenida por The Strongest, equipo que ostenta a uno de los máximos artilleros del torneo, la tabla de goleadores muestra una realidad complicada: ningún jugador es de nacionalidad boliviana, a excepción de Jair Reinoso, de 38 años, quien sí tiene su nacionalidad, pero que ha nacido en Colombia.
Dorny Romero, dominicano y ex Always Ready, ha sido el máximo artillero con un total de 25 tantos. Le siguen Enrique Triverio, de The Strongest, y Martín Prost, de Nacional Potosí, ambos delanteros con 22 goles cada uno, nacieron en Argentina. El cuarto lugar es ocupado por un colombiano, Tommy Tobar, player de Nacional Potosí, y que ha convertido 21 tantos. Más abajo, se encuentra el mecnionado Jair Reinoso, de Aurora, con 18 goles y misma cantidad para el delantero chileno de Bolívar, Ronnie Fernández.
La gran ausencia de bolivianos en la tabla de goleadores es una señal de alarma y una meta a cambiar a partir de 2024. La falta de artilleros nacionales se ve reflejada en La Verde que, durante los últimos 17 años, ha dependido prácticamente de Marcelo Moreno Martins para convertir y, encima, el ex Independiente del Valle, ya se ha retirado del seleccionado nacional.
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