Por Fabian Muñoz
La Selección de Bolivia quiere mantenerse en el camino de las alegrías, aunque sabe que la fecha siguiente será, probablemente, uno de los partidos más difíciles que le toque disputar de acá a que termine el certamen. Habiendo pasado las tormentas ante Brasil y Argentina, ahora el siguiente escollo es Uruguay y, encima, de visitante.
De mejor manera no podría llegar el equipo dirigido por Marcelo Bielsa y justo ante Bolivia. Las victorias 2 a 0 frente a Brasil y 2 a 0 ante Argentina llegaron para marcar con claridad el objetivo de la Celeste: arrazar en la competencia y conseguir un cupo para la próxima Copa del Mundo. Tras tantos años de mantenerse en la sombra, Uruguay quiere revalidar su historia y colocarse en los puestos de vanguardia de los mejores seleccionados a nivel mundial.
Uruguay cuenta en su haber con dos Copas del Mundo: la primera, de 1930 y el famoso maracanazo de 1950 cuando derrotó a Brasil en la final. Más tarde, la Celeste ha tenido algunos rendimientos destacados en algunas ediciones mundialistas, pero lejos de volver a consagrarse campeona, de a poco, se fue quedando y pasando a formar parte del montón.
Hoy, con un técnico que sabe lo que quiere, conocido internacionalmente por su meticulosidad y sus equipos aguerridos, de presión alta y buen juego, y con un plantel que cuenta con grandes figuras que se desempeñan en importantes ligas desparramadas en el mundo, Uruguay se postula como candidata y quiere arrebatarle a Argentina el primer puesto de las Eliminatorias Sudamericanas, justamente ante el seleccionado boliviano.
El día martes, Uruguay recibirá en Montevideo a Bolivia en el marco de la jornada 6 de las Eliminatorias Sudamericanas y Marcelo Bielsa no contará con dos de sus pilares: Manuel Ugarte y Mathías Olivera, ya que ambos llegaron al límite de amarillas.
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