El día que Bolivia bailó a Argentina e inventaron una lesión

En los años noventa la Selección de Bolivia tenía un gran equipo. De hecho, era el temor de las otras selecciones sudamericanas, cuando debían viajar a la altura de La Paz y visitar el Estadio Hernando Siles. Aun así, cuando salía de la altura también tenía que afrontar ciertos partidos y lo hacia con mucho ímpetu. Cuando los partidos se complicaba, aparecían las grandes figuras de aquel entonces como Valdivieso, quien era el referente del equipo. 

Luego de haber disputado el Mundial de Estados Unidos 1994, buscaba el gran objetivo de clasificarse a la Copa del Mundo de Francia 1998. Aunque no lo iba a conseguir, lograba hacer unas Eliminatorias bastante aceptables, con lo que significaba competir con países como Argentina, Uruguay o el actual campeón Brasil. Bolivia necesitaba hacerse fuerte de local para poder sacar un puntaje favorable. 

La Verde tenía la posibilidad de mostrar su gran momento ante el Seleccionado de Argentina. La Argentina dirigida por Daniel Passarella había hecho una pretemporada en el norte argentino en un lugar llamado La Quiaca, ya que se encontraba a mas de 3400 metros sobre el nivel del mar. Estuvieron un mes con la idea de adaptarse a la altura de La Paz y poder derrotar a Bolivia en su tierra. 

Aun así, el partido se presentó tal y como se esperaba. Bolivia empezó a ser mejor y aguantar más el aire a la hora de efectuar la jugadas. De esta forma logró quedarse con el partido ganando dos a uno pero con un clima muy caldeado. 

¿Qué ocurrió?

Argentina se desesperó cuando estaba perdiendo el partido y sufrió la expulsión de Gustavo Zapata y de Nelson Vivas. También debería haber expulsado al arquero Ignacio González por un cabezazo en la nunca a Demetrio Angola sin ningún tipo de motivo. El peor episodio fue cuando el delantero Cruz fue a buscar una pelota contra el lateral y un ayudante del cuerpo médico de Bolivia lo golpeó en su rostro. A partir de ahí se desató la ira de los argentinos y la policía empezó a golpearlos. Al finalizar el partido los periodistas fueron al vestuario de Argentina para ver como estaba el futbolista que recibió el puñetazo y tenía toda su mejilla derecha con sangre. ¿Lo raro? El golpe lo había sufrido en la otra parte del rostro.