Por Fabian Muñoz
Las Eliminatorias Sudamericanas continuarán en noviembre con la última doble fecha del año 2023. La Selección de Bolivia, que no cuenta con puntos en el certamen, se medirá de local ante Perú y luego visitará a Uruguay, por lo que el cotejo contra la Blanquiroja se torna trascendental en las aspiraciones de conseguir un cupo para la próxima cita mundialista.
Si Bolivia tiene una buena oportunidad para empezar a levantar cabeza, es el cotejo ante Perú. Para dicho encuentro, Antonio Zago será posiblemente el nuevo director técnico de la Verde y como primera prueba tendrá una de las, quizá, más accesibles de todo el torneo.
Y es que enfrente se encontrará la selección peruana que, hasta ahora, logró un empate en la primera fecha visitando a Paraguay, una derrota por 1 a 0 de local ante Brasil, una caída 2 a 0 de visitante ante Chile y la última derrota en condición de local por 2 a 0 ante la Selección de Argentina.
Además de los resultados adversos que Perú viene consiguiendo en el certamen, Zago tendrá la posibilidad de debutar de local y poder devolver la confianza de reconvertir al Estadio Hernando Siles en un templo de victorias, ya que la Verde históricamente se ha hecho fuerte jugando en la altura de La Paz, pero los últimos resultados parecieran indicar que la tendencia se ha cortado y que los rivales, de a poco, se acostumbran a la altitud.
El martes 21 de noviembre, la Verde tendrá una durísima prueba visitando a Uruguay, selección que viene de derrotar 2 a 0 de local a Brasil. Sin embargo, antes de ese duelo, el jueves 16 de noviembre, la selección boliviana jugará en el Estadio Hernando Siles frente al seleccionado peruano. Juan Reynoso ya ha presentado la lista de convocados, mientras que Bolivia aún ni siquiera ha confirmado al nuevo técnico.
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