Por Fabian Muñoz
Hoy se cumple un mes desde que el fútbol profesional en Bolivia ha sido suspendido, y el panorama sigue siendo incierto para los amantes del deporte en el país sudamericano. La última vez que se disputó un partido fue la victoria 2 a 1 de Gran Mamoré sobre Palmaflor, un encuentro que ahora parece haber sucedido en un tiempo muy lejano.
El detonante de esta suspensión fue la explosión de denuncias relacionadas con amaños de partidos y la supuesta manipulación de resultados en el fútbol boliviano. Desde entonces, el fútbol en Bolivia ha estado atrapado en un bucle de investigaciones, declaraciones y acusaciones, sin una solución clara a la vista.
A pesar de un mes de idas y vueltas, el regreso del fútbol profesional en Bolivia sigue sin resolverse y no se ha determinado la culpabilidad en el caso. Si bien se han revelado numerosos nombres vinculados al escándalo, muchos de ellos han tenido que comparecer ante la justicia, pero la lentitud y la falta de acuerdos mutuos han dejado al fútbol boliviano en un estado de parálisis.
Uno de los episodios más destacados de este mes de incertidumbre fue la convocatoria de 17 personas involucradas en el caso de amaños deportivos para prestar declaración. Entre los citados se encontraban Marcos Rodríguez, presidente de Vaca Diez, y Gaad Flores, árbitro, quienes fueron los protagonistas del audio viralizado en el que se escuchaba a Rodríguez dándole instrucciones al árbitro sobre cómo debía desarrollarse el partido que él dirigiría.
El árbitro Gaad Flores contó que Marcos Rodríguez, presidente de Vaca Diez, le pidió que retirara la denuncia ya que supuestamente le habría dicho que de efectivizarse afectaría a su persona y a Vaca Diez dentro los tribunales deportivos. Gaad Flores había decidido denunciar a Rodríguez por el tema de arreglos deportivos.
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