Primera División de Bolivia

Antideportivo, así fue el maltrato de Amaral hacia Marcelo Suárez, su ex compañero

El ex jugador de Wilstermann no solo fue mal recibido por la hinchada local, sino también por sus ex compañeros.

Por Fabian Muñoz

El ex jugador de Wilstermann no solo fue mal recibido por la hinchada local, sino también por sus ex compañeros.
El ex jugador de Wilstermann no solo fue mal recibido por la hinchada local, sino también por sus ex compañeros.
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La victoria de Wilstermann por 3 a 0 sobre Always Ready no fue todo lo que ocurrió en el partido. El segundo tiempo trajo consigo una serie de acontecimientos que eclipsaron la alegría de la victoria. La entrada de Marcelo Suárez al campo de juego desató la ira de los aficionados locales, evocando recuerdos de los eventos que provocaron su salida del club. 

 

La sorpresa fue general cuando, tras un período de especulaciones y negociaciones, Marcelo Suárez se incorporó a Always Ready, justo el equipo que enfrentaba a Wilstermann en esta jornada, la primera desde el arribo a su nuevo club. Su presencia en el terreno de juego, desde que salió a calentar faltando diez minutos para que termine el primer tiempo, detonó la indignación de la hinchada local, que manifestó su descontento arrojando objetos al campo.

Los disturbios resultantes obligaron a la intervención de las autoridades. Varios jugadores tuvieron que recibir atención debido a los efectos de los objetos lanzados y los gases utilizados para controlar la situación. El incidente resaltó la tensión que rodea a la figura de Marcelo Suárez y la complejidad de su regreso al estadio donde hasta hace semanas era jugador.

Sin embargo, lo que también se convirtió en el centro de atención fueron las tensiones dentro del campo entre Suárez y sus ex compañeros. En particular, Rodrigo Amaral mostró actitudes provocadoras, enfrentando al defensor en varias ocasiones y protagonizando discusiones acaloradas.

 

El maltrato de Amaral hacia su ex compañero

A pesar del maltrato de Amaral, Suárez mantuvo una actitud serena, respondiendo con una sonrisa irónica cada vez que era desafiado, empujado o insultado. Además el ex Wilstermann también se vio obligado a soportar los insultos y la hostilidad de la hinchada local. A pesar del entorno, el jugador mantuvo su compostura, destacando su madurez en medio de un ambiente por demás caldeado.

 


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